La plataforma X (antes Twitter) critica la nueva Ley de Seguridad en Línea del Reino Unido, advirtiendo que su aplicación podría incentivar la censura y limitar la libertad de expresión. Aunque busca proteger a menores, la legislación ha generado rechazo por parte de usuarios, creadores y expertos. El sistema de verificación de edad que emplea X también ha sido cuestionado por su poca rigurosidad.
Puntos clave
- X considera que la ley puede conducir a la sobrecensura.
- El Reino Unido defiende la ley como una medida necesaria y equilibrada.
- La verificación de edad en X presenta debilidades importantes.
- El debate se centra en seguridad digital vs. libertad de expresión.
- El regulador británico Ofcom ya investiga el cumplimiento en sitios para adultos.
Una ley que divide opiniones
La Ley de Seguridad en Línea del Reino Unido pretende hacer de internet un lugar más seguro, sobre todo para niños. Impone obligaciones estrictas a plataformas como X, Meta, TikTok y YouTube, que deben monitorear y eliminar contenido considerado dañino o ilegal.
Sin embargo, para X (antes Twitter), esta normativa no solo es excesiva, sino que amenaza los derechos fundamentales. En un comunicado oficial, la compañía propiedad de Elon Musk indicó que:
«Se necesitan cambios significativos para equilibrar seguridad con libertad de expresión.»
Relacionado: Tecnología
¿Censura disfrazada de protección?
Según X, el problema central es que el alcance de la ley es tan amplio que ya ha provocado la censura de contenido legal. Plataformas digitales ahora temen recibir multas millonarias si no actúan con rapidez, lo que incentiva la eliminación preventiva de publicaciones sin revisar su legalidad real.
El gobierno británico respondió tajante. Un portavoz oficial negó que se limite la libertad de expresión, asegurando que la ley también protege ese derecho y que quienes se oponen “están del lado de los depredadores”, según palabras del secretario de Tecnología, Peter Kyle.
El problema de verificar la edad

Uno de los pilares de la legislación es garantizar que los menores no accedan a contenido no apto. Pero aquí surge otro punto polémico: el sistema de verificación de edad que emplea X.
Mientras otras empresas como Meta (Facebook e Instagram) usan herramientas más avanzadas —como IA o validación de documentos—, X opta por indicadores menos confiables, como:
- Edad registrada anteriormente.
- Antiguo sistema de verificación (símbolo azul).
- Fecha de creación de la cuenta.
- Presencia de distintivos grises o dorados.
Expertos advierten que estas medidas pueden ser manipuladas fácilmente. Las cuentas viejas pueden haber cambiado de dueño, los distintivos pueden comprarse y no siempre reflejan la edad real del usuario.
Ofcom entra en acción
El organismo regulador británico, Ofcom, ha iniciado investigaciones a cuatro empresas que gestionan 34 sitios de contenido para adultos, con el fin de comprobar si cumplen con la ley. Esto marca el inicio de una era de fiscalización mucho más activa en el entorno digital británico.
Un debate sin cierre

La crítica de X ha reavivado el debate: ¿cuál es el límite entre proteger a los usuarios y censurar contenido? ¿Hasta qué punto debe intervenir el Estado en la moderación de plataformas digitales?
Si bien la seguridad infantil en línea es crucial, la forma de implementarla sigue siendo objeto de polémica, especialmente cuando plataformas como X cuestionan la transparencia, el alcance y la viabilidad de estas nuevas normas.
La disputa entre X y el gobierno británico refleja el choque entre regulación y derechos digitales. Aunque proteger a los menores es esencial, la sobrecensura y la ambigüedad legal pueden socavar uno de los pilares de la democracia digital: la libertad de expresión.